La combinación de distintos ingredientes corados puede convertir una ensalada en una entrada, la guarnición del plato principal o en el plato único. Esto varía de acuerdo con el tipo de ingredientes y a su cantidad.
Comience por ia limpieza Una vez que haya elegido las verduras para preparar la ensalada tiene que lavarlas. La forma de limpiar los vegetales para eliminar por completo la tierra y librarlos de los restos de insecticidas que pudieran quedar es la siguiente: lave con atención cada verdura, desprendiendo las hojitas pegadas si las tuviera. En cuanto a los vegetales de hoja, pase una por una por el agua. Luego, coloque todo en un bol con agua y déjelo allí durante media hora. Esto sirve para que los restos de tierra que pudieran quedar se vayan para el fondo y también sirve para rehidratar los alimentos. También pueden lavarse con agua con vinagre. Para que la ensalada quede perfecta, un secreto es escurrir y secar cuidadosamente.
La combinación de los ingredientes es la marca personal de cada ensalada. Si bien existen muchas que son tradicionales, usted puede inventar las que se adapten mejor a su gusto. Puede comenzar por cambiar algún ingrediente de una ensalada conocida y luego hacer creaciones totalmente personales.
Tenga en cuenta el sabor y la textura que desea para el plato y también recuerde que su aspecto en el momento de la presentación es un detalle importante. La combinación de los colores puede lograr resultados impactantes. Para que resulte abundante haga una base con vegetales de hoja y luego añada los distintos ingredientes de acuerdo con la receta elegida. Una buena idea es buscar un contraste de texturas como, por ejemplo, la remolacha y la lechuga francesa.
Cuando quiera que su plato sea especial, puede incorporar algunos ingredientes o preparaciones más sofisticadas. Por ejemplo, puede usar champiñones crudos fileteados, rabanitos cortados en forma de flor (previamente remojados en agua helada para que se abran) o verduras enanas. Otras opciones un poco más exóticas son incorporar cítricos, pescados frescos (ligeramente cocidos) o cortaditos en fetas finas y marinados en vinagre o limón, mariscos (cocidos y pelados) o pavita.
Comience por ia limpieza Una vez que haya elegido las verduras para preparar la ensalada tiene que lavarlas. La forma de limpiar los vegetales para eliminar por completo la tierra y librarlos de los restos de insecticidas que pudieran quedar es la siguiente: lave con atención cada verdura, desprendiendo las hojitas pegadas si las tuviera. En cuanto a los vegetales de hoja, pase una por una por el agua. Luego, coloque todo en un bol con agua y déjelo allí durante media hora. Esto sirve para que los restos de tierra que pudieran quedar se vayan para el fondo y también sirve para rehidratar los alimentos. También pueden lavarse con agua con vinagre. Para que la ensalada quede perfecta, un secreto es escurrir y secar cuidadosamente.
La combinación de los ingredientes es la marca personal de cada ensalada. Si bien existen muchas que son tradicionales, usted puede inventar las que se adapten mejor a su gusto. Puede comenzar por cambiar algún ingrediente de una ensalada conocida y luego hacer creaciones totalmente personales.
Tenga en cuenta el sabor y la textura que desea para el plato y también recuerde que su aspecto en el momento de la presentación es un detalle importante. La combinación de los colores puede lograr resultados impactantes. Para que resulte abundante haga una base con vegetales de hoja y luego añada los distintos ingredientes de acuerdo con la receta elegida. Una buena idea es buscar un contraste de texturas como, por ejemplo, la remolacha y la lechuga francesa.
Cuando quiera que su plato sea especial, puede incorporar algunos ingredientes o preparaciones más sofisticadas. Por ejemplo, puede usar champiñones crudos fileteados, rabanitos cortados en forma de flor (previamente remojados en agua helada para que se abran) o verduras enanas. Otras opciones un poco más exóticas son incorporar cítricos, pescados frescos (ligeramente cocidos) o cortaditos en fetas finas y marinados en vinagre o limón, mariscos (cocidos y pelados) o pavita.