A efectos culinarios, setiembre es el verdadero pórtico del año: no sólo porque la nueva temporada invita a un cambio drástico en el régimen alimenticio, sino porque los productos otoñales son una tentación irresistible para el paladar. Dicen que en casa de Lúculo las mesas de septiembre resultaban memorables; y, desde luego, el Cuerno de la Abundancia, de ilustre tradición iconográfica, está lleno de verduras, frutos y aves septembrinas. Seguro que las bodas de Camacho se celebraron también en estas fechas. Por algo sería.
¿Qué ponemos para comer?. La elección es difícil por puro exceso de oferta. Cocinar Hoy trae a éstas páginas una oportuna selección de recetas para formar menús basados, como siempre, en los productos del tiempo. Las vedettes del espectáculo son, por supuesto, las verduras: calabacines, endibias, puerros y tomates, muchos de ellos en recetas templadas, estupendas para el otoño/primavera; las setas comienzan a aparecer como protagonistas absolutas o acompañantes distinguidas de muchos platos; entre los pescados, destacan la merluza, la doradla y el saimón.
Pero que no falten en las celebraciones ciertos exquisitos mariscos, gambas y langostinos, o bien los delicados pulpitos y calamares; las carnes son tan buenas que sólo necesitan sencillas preparaciones: pato, buey y ternera son apuestas seguras. Y de postre, aprovechar las frutas que acaban su temporada, melocotones y peras, y dar una oportunidad a las que se estrenan: moras, arándanos y exquisitas grosellas.
¿Qué ponemos para comer?. La elección es difícil por puro exceso de oferta. Cocinar Hoy trae a éstas páginas una oportuna selección de recetas para formar menús basados, como siempre, en los productos del tiempo. Las vedettes del espectáculo son, por supuesto, las verduras: calabacines, endibias, puerros y tomates, muchos de ellos en recetas templadas, estupendas para el otoño/primavera; las setas comienzan a aparecer como protagonistas absolutas o acompañantes distinguidas de muchos platos; entre los pescados, destacan la merluza, la doradla y el saimón.
Pero que no falten en las celebraciones ciertos exquisitos mariscos, gambas y langostinos, o bien los delicados pulpitos y calamares; las carnes son tan buenas que sólo necesitan sencillas preparaciones: pato, buey y ternera son apuestas seguras. Y de postre, aprovechar las frutas que acaban su temporada, melocotones y peras, y dar una oportunidad a las que se estrenan: moras, arándanos y exquisitas grosellas.
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