La
cocina griega, como muchas otras del Viejo Mundo, recibió influencia foránea, especialmente turca y árabe, por lo que no es difícil encontrar platos y postres similares o muy parecidos, por ejemplo el de hojas de parra rellenas "Bellofilla Domades".
El que hubiera tenido oportunidad de gustar cordero asado en
Grecia se habrá preguntado: "¿Qué carne es esta?" Aun sabiéndolo, le habrá llamado la atención que una carne de cordero tan naturalmente cocida, asada, tenga tal delicioso sabor. Se debe a las hierbas aromáticas que recibe durante el cuidado tiempo en que es sometida a la acción de las brasas, por una parte, y por otro lado, previamente, a los pastos excelentes que alimentaron al animal.
Otro
plato que yo diría "internacional" de la cocina griega es la "
Cianbota", al que cambiando una letra central, "
Cianfota" (lo he leído con una y con dos T) sería de la cocina italiana y, con nombre diferente, pasa a Francia donde se lo conoce como "Ratatouille". Por lo demás, los mismos ingredientes figuran en las tres recetas: aceite de oliva, cebolla, zapallitos, tomates, pimiento y las infaltables berenjenas, todo cortado en trozos, en una fritura rápida, mezclados y condimentados en cada país a su gusto. Se sirve caliente o frío.
En las tabernas típicas y en los pequeños restaurantes, el vino griego y hasta el "ouzo" (alcohol anisado que también se mezcla con agua fría, tipo "La Paloma" español) como aperitivos, se acompañan, indefectiblemente, con sus incomparables aceitunas, la pasta de sésamo, y mucho más!